domingo, diciembre 09, 2007

Día 119, domingo

He confirmado mis sospechas de que en mi casa quieren asesinarme. Desde hace unos días he estado muy enfermo y por la noche empezó la fiebre. Mi padre trabaja en un bar, así que llega de madrugada y por alguna razón anoche fue a ver cómo me encontraba. Al ver que yo estaba tan desabrigado, no tuvo mejor idea que sacar del clóset y abrigarme con aquella colcha tan gruesa que uso para combatir el frío durante el invierno. Me desperté convencido de la existencia de una especie de complot familiar. Luego me di cuenta que lo tenía todo en la vida: un trabajo no remunerado, un fuerte dolor en la zona lumbal y un montón de amigas que me odian o me aman.